domingo, 22 de diciembre de 2013

Toplessaso en Brasil,brasileñas se manifiestan por la legalización del topless

Un grupo de brasileñas se manifestó contra la injusticia de no poder sacarse el sujetador libremente en las playas y lugares públicos de Brasil,estas mujeres consideran y con razon que es un abuso y una moral equivocada el hecho de que se les prohiba andar sin la parte de arriba y a los honbres si,algo que sucede en todos los paises de América,contrario a la libertad que impera en la mayor parte de Europa y Escandinavia.

Las féminas coparon una playa de Río de Janeiro pidiendo la legalización del topless,que la legislación vigente cataloga como un "atentado al pudor".

"El Código Penal fue hecho para otro mundo y mucho de lo que era obsceno en aquella época ya ha dejado de serlo", declaró el abogado Leonardo Ribeiro da Luz, especialista en derechos civiles.
Su protesta fué respaldada por cientos de personas de ambos sexos que se llegaron hasta Ipanema a exigir igualdad de derechos.
 Hubo hombres que, para manifestar su apoyo, optaron por usar los sujetadores de sus mujeres a fin de "dejar claro ese absurdo legal", como lo calificó el joven participante Rennan Carmo, quien afirmó que esta prohibición "no puede ser normal en la sociedad de hoy".
La actriz Cristina Flores decidió promover la protesta después de que fue víctima directa de esta normativa en noviembre pasado, cuando tuvo un altercado con la policía mientras posaba con los senos desnudos para un fotógrafo en la playa de Ipanema, en el marco de un trabajo para divulgar una obra de teatro.

"La policía me abordó en forma agresiva y afirmó que al posar así cometía un 'atentado al pudor', cuando en realidad esa prohibición es un atentado a los derechos individuales", declaró la actriz a los periodistas.

"Dijeron que en la playa había niños y familias y que lo que yo hacía era obsceno. Me sentí muy avergonzada y casi culpable de un delito", apuntó Flores.
Ana Ríos, por su parte, señaló la "contradicción discriminatoria" que supone el hecho de que en el famoso Carnaval de Río de Janeiro haya muchas mujeres que desfilan completamente desnudas y que en la playa haya que ocultar los senos, como "si fueran la encarnación del pecado".
Según Ríos, quien exigió la abolición de leyes que "criminalizan el cuerpo femenino", solamente "en una sociedad machista y violenta el topless puede convertirse en un caso de policía".
Otra de las participantes en la protesta fue Olga Solon, una carioca de 73 años que vive en Portugal y que desnudó sus senos tal como dijo que suele hacerlo en las playas europeas.

"En Europa es algo perfectamente normal y espero que lo sea aquí también", declaró.

Durante la manifestación fueron exhibidos diversos carteles, como uno mostrado por una asociación de nudistas en el que se leía que "todos son iguales ante la ley" y se exigía "el mismo derecho al topless para las mujeres y los hombres"




viernes, 13 de diciembre de 2013

El origen prediluviano de la civilización y la informática,entrevista a Ruth Rodriguez Sotomayor

No solo me ha parecido apasionante esta entrevista,asi como todo lo que Ruth enseña,sino que me ha parecido tambien muy necesaria,ya que la humanidad ignora completamente de donde venimos y hechos que son por demás,cruciales en nuestra historia,esa que es tan negada y ocultada por académicos e institutos que mas que interesados en descubrir hechos del pasado,buscan ocultarlos y manipular conciencias,Aqui va entonces una entrevista maravillosa que espero que sea del agrado de todos ustedes.


Hallan pruebas de que el universo podría ser una proyección holográfica

Un equipo de físicos ha proporcionado algunas de las pruebas más claras de que nuestro universo, todo lo que vemos y tocamos, podría ser en realidad un enorme holograma, una mera proyección.


En 1997, el físico teórico argentino Juan Maldacena propuso un sorprendente modelo del universo según el cual la gravedad surge de cuerdas infinitesimales, delgadas y vibrantes puede ser "reinterpretada" en términos físicos. 

Así, este mundo de cuerdas matemáticamente intrincado, que existe en diez dimensiones espaciales, no sería más que un holograma: la acción real se desarrollaría en un cosmos plano, más simple y en el que no hay gravedad. 

La idea de Maldacena entusiasmó a los físicos, entre otras razones porque resolvía aparentes inconsistencias entre la física cuántica y la teoría de la gravedad de Einstein. Así, el argentino proporcionó a los científicos una 'piedra Rosetta matemática', una 'dualidad', que les permitía resolver los problemas de un modelo que parecían no tener respuesta en el otro, y viceversa. Pero a pesar de la validez de sus ideas aún no se había logrado hallar ninguna prueba rigurosa de su teoría. 

Según un artículo publicado en la revista científica 'Nature', ahora Yoshifumi Hyakutake, de la Universidad de Ibaraki (Japón), y sus colegas han proporcionado en dos de sus estudios, sino una prueba real, al menos una muestra convincente de que la conjetura de Maldacena es cierta.



La prueba  


En uno de los estudios, Hyakutake calculó la energía interna de un agujero negro, la posición de su horizonte de sucesos (el límite entre el agujero negro y el resto del universo), su entropía y otras propiedades en base a las predicciones de la teoría de cuerdas, así como a los efectos de las llamadas 'partículas virtuales' que aparecen continuamente dentro y fuera de la existencia.

En el otro, él y sus colaboradores calcularon la energía interna del correspondiente universo de dimensión inferior sin gravedad. Los dos cálculos informáticos coinciden. "Parece que es un cálculo correcto", dice Maldacena, al tiempo que subraya que los hallazgos "son una forma interesante de demostrar muchas ideas de la gravedad cuántica y la teoría de cuerdas". 

"Numéricamente han confirmado, tal vez por primera vez, algo de lo que estábamos bastante seguros pero era todavía una conjetura: que la termodinámica de ciertos agujeros negros puede ser reproducida desde un universo dimensional inferior", explica Leonard Susskind, físico teórico de la Universidad de Stanford, en California, quien fue uno de los primeros teóricos en explorar la idea de universos holográficos. 

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/113940-hallan-evidencias-universo-gran-holograma














 



Madres nudistas

http://nudistasvenezolanos.org/nudismo-venezuela-madre-especial/ 

MADRES NUDISTAS

Las madres, como eje central de las familias, son la base de la sociedad, y las principales formadoras y educadoras de las próximas generaciones. Su participación es indispensable para el buen funcionamiento de organizaciones…que buscan rescatar la costumbre de compartir en familia y con otras familias. Transcribimos varios relatos de madres de Nudistas Venezolanos (*)

La primera vez que fui a la playa, lo hice invitada por una pareja de grandes amigos. Mi amistad con ellos proviene de un hecho que, más que como amigos, nos une como hermanos, como familia.Tenemos la dicha de tener como hijos a unos niños “especiales“, los cuales nos llenan la vida de alegrías, sorpresas, lágrimas, emociones; todo un sube y baja emocional, que nos permite crecer como seres humanos y nos permite elevar nuestro espíritu a otro nivel.
En mi caso particular, como buena “madre especial” que soy, estoy sumamente atenta a todo lo que ocurre alrededor de mis niños, pues tenemos las garras siempre listas a cualquiera que se pueda atrever a “ver mal a nuestros pequeños cachorritos”.
Ese primer día que pisé la playa fue para mí toda una experiencia trascendental. Pues, en serio, en ningún lugar al que he ido me he sentido tan cómoda y bien acogida como en nuestra hermosa playa y, sobre todo, con nuestra maravillosa gente (que es lo que realmente tiene valor en Nudistas Venezolanos). A mis pequeños, Diego y Leo, los abrazaron con el corazón abierto, les dieron amor, los atendieron, los mimaron, los cuidaron, los vigilaron, los consintieron Como si los conocieran de toda la vida.
Por primera vez sentí que estaba en un sitio donde las mamás somos mamás “compartidas”, pues los hijos de Nudistas Venezolanos son de todos… Sé que tranquilamente puedo disfrutar de un rato para “mi relax“, pues allí hay muchos ojos pendientes de mis niños, y eso es como un código, una regla, es algo más bien intrínseco que inconscientemente todos hacemos. Nos convertimos en papás y mamás de todos los niños que están en la playa (Incluso aquellos que no tienen hijos propios, se convierten en excelentes padres). Nunca falta el que les pone más protector, el que se baña con los niños, el que les da de comer o bebe.
Y saben qué es lo mejor de todo, que la gente de Nudistas Venezolanos es tan “especial” que no hay preocupación que opaque el momento, pues todos colaboran, y todos, de un modo u otro, nos conocemos y sentimos la confianza de sentirnos como en familia. Los niños se sienten libres y al natural, saben que a donde se muevan siempre hay alguien con una sonrisa que los recibe, se sienten libres porque los papas los podemos dejar libres. ¡¡¡¡¡eso no tiene precio!!!!!! Nudistas Venezolanos es lo mejor que nos ha pasado en la vida, pues se han convertido en parte de nuestra familia especial y siempre estaremos agradecidos por todo.
José, Giuly, Diego y Leo.

“Cuando me toca hablar sobre el nudismo, en lo primero que pienso es en mi madre”
Cuando me toca hablar sobre el nudismo, en lo primero que pienso es en mi madre… Se preguntarán ¿por qué? Pues ella murió hace un año y medio y, para esa fecha, yo nunca había participado en Nudistas de Venezolanos. Me acuerdo de ella porque jamás pude llegar a contarle sobre mi experiencia como mujer y como madre de compartir algo así. Ella era una mujer muy tradicional, pero jamás nos negó o se opuso a nuestras diversidades y gustos.
Me hubiera encantado contarle lo liberador que es compartir con personas que no miran la marca de tu ropa, o si tus zapatos están rotos, o son azules o rojos, sino que te ven como seres humanos y humanas.
Me hubiera encantado contarle como mi hijo disfruta corriendo en la playa todo el día, sin pensar en nada más que en su libertad. Me hubiera encantado que ella nos acompañara a uno de esos paseos en lancha, a sentir la arena, a sentir el agua del mar sin ataduras. Me hubiera encantado verla libre y abrazarla desnuda como en aquel minuto cuando nací, cuando nos conocimos hace 30 años.
Pero me queda la dicha de saber que estás en todas partes y que seguro puedes ver a mi hijo correr, a mi compañero sentirse feliz y a mi recordarle en libertad en estas hermosas playas, donde podemos vernos tal cual somos, donde podemos compartir en familia, sin ataduras impuestas, donde el cielo es el límite de nuestros sueños.
Margarita Silva.


Marilú va a la Playa Nudista “escondida” de sus Hijos

Un día mi esposo me dice: vístete que vamos a una cita, en el carro te cuento. Me vino a buscar y en el trayecto me dijo: es una entrevista con un miembro de una asociación de nudistas. Alguna vez habíamos fantaseado con ir a una playa donde se practicara el nudismo, lo que no pensé es que la tuviéramos aquí, en Venezuela. ¡¡¡ A nuestro alcance!!! Fui llena de expectativas, con cierto nerviosismo, algo nuevo, fuera de lo “tradicional”, pero excitante. Toda una aventura desde ese mismo momento.

La entrevista fue con Antonio, ¡¡¡Encantador!!! La verdad es que desde el primer instante hubo empatía. Quedamos en que se nos avisaría para el próximo paseo. Ese gran día llego, ¡¡¡susto!!! ¡¡Muchas interrogantes!! ¿Me atrevería? Nunca me había desnudado en público, ¿¿mis hijos qué dirían??
Cuando llegamos encontramos un grupo de personas, todas desnudas y muy amables, que nos ayudaron a desembarcar. No conocíamos a nadie, pero todos nos esperaban, nos saludaron súper amigables. Rafa, apenas nos instalamos, se desnudó sin ningún problema, como sí lo hubiera hecho siempre. Yo aún no me animaba hacerlo, observaba a ver si veía alguna mirada picaresca, pero no la encontré, ¡¡¡todos súper naturales, amables!!!
Me fui quitando poco a poco la ropa, me quede en topless, pero nadie se percató. Luego Rafa me dijo “Vamos a meternos al mar, ¿por qué no te quitas el resto?”. Así lo hice, ¡¡¡ la experiencia fue maravillosa!!! Sentir el mar, las olas, sin estar pendiente de nada, ¡una libertad increíble! En la noche fuimos a la posada y allí compartíamos con los demás compañeros de aventura, conociéndonos un poco más, realmente me sentía tan cómoda como sí los conociera de mucho tiempo. ¡¡¡¡La pasamos muy muy bien!!!!
Al llegar a casa, mis hijos, los dos mayores de edad, nos preguntaron cómo nos había ido en la playa. Les conté nuestra aventura, ellos no se imaginaban en lo que andábamos. ¡¡Tomás se reía!! Comentó: “¡¡Qué locos!!”, lo tomó muy natural, me dijo “¡¡¡para la próxima me anoto!!!”. Susy un poco más crítica, más cuestionadora, con más preguntas, (¡a veces se invierten los papeles!, nuestros hijos se convierten un poco en nuestros padres).
Aprovechando el comentario de Tomás, les invitamos para el próximo paseo. ¡Así lo hicimos!, nos fuimos los cuatro, ellos con las mismas expectativas que habíamos tenido nosotros en nuestro primer día. Para sorpresa de nosotros, apenas nos instalamos en la playa, Susy se desnudó como si lo hubiera hecho siempre, sin pensarlo mucho. Tomás fue más lento pero, en un rato, ya estaba desnudo, intentando subir la montaña para conocer el otro lado de la playa, ¡¡todo un Robinson Crusoe!!
Desde ese día en adelante fuimos muchas veces los cuatro. Hoy día, muchos años después, seguimos yendo a nuestra playa con nuestros amigos, con los que tenemos lazos fuertes, constantes, de mucho respeto y amor.
Marilú.

Sexualidad y desnudez

Es cierto que la desnudez, lejos de ejercer sobre el individuo una atracción carnal hecha de deseos lúbricos y de sensualidad bestial, crea en el espíritu sentimientos estéticos, y desarrolla en todo ser humano el gusto de lo bello.

Se puede decir que la educación sexual, cuya enseñanza parece tan difícil a todos, padres o preceptores, se hace naturalmente, por el espectáculo de la desnudez, que depura la imaginación y apacigua los impulsos sexuales.
En efecto, la visión de cuerpos desnudos, lejos de excitar la imaginación tornase muy rápidamente calmante; y si los seres estuvieran acostumbrados, desde su más tierna edad, a exponerse desnudos a los rayos del sol, se vería disminuir esta inquietud sexual que toma, en el alma civilizada moderna, las proporciones de una verdadera enfermedad.
La práctica del desnudo, libremente extendida, evitaría las excitaciones malsanas y apaciguaría las obsesiones sexuales y las visiones pornográficas con las cuales se alimenta la imaginación.
Por la desnudez, la educación sexual se haría de una manera natural y los hombres serían rápidamente liberados del sentimiento de vergüenza, de pudor y a veces de pecado, que va unido a los órganos genitales.
La costumbre de vivir desnudos en las playas durante el verano, sería, …el mejor medio de enseñar a los hombres y sobre todo a los jóvenes, a conocerse mejor, tanto físicamente como moralmente, y esta costumbre haría desaparecer muy pronto la hipocresía, que es el veneno del corazón.
Por este medio los jóvenes perderían una gran parte de su falso pudor ridículo y de su estúpida timidez: los chicos se acostumbrarían a apreciar en sus compañeras las cualidades sanas del corazón y las finuras del espíritu, y a considerar así a la joven con un respeto más noble y más fecundo; teniendo menos ocasiones de mostrarse groseros y obscenos evitarán fácilmente los vicios de los internados de chicos y tendrán como un honor el agradar sólo por la cortesía de sus gestos, y, así, sus sentimientos serán naturalmente elevados.
Por su parte, las chicas perderían muchos de sus gestos amanerados de coquetería, de sus pasiones pueriles entre muchachas, adquirirán más sencillez, más franqueza; experimentarían la influencia beneficiosa de la emulación, que las llevará a dejar de lado el arte de los adornos y de los "maquillajes", para dar más importancia a la belleza del cuerpo y de las formas armoniosas.
Hay que saber que la gimnasia, el deporte, el trabajo físico, sobre todo cuando se practican al aire libre y con el cuerpo desnudo, son excelentes reguladores del impulso sexual, porque la disciplina que imponen a los movimientos impide el desarrollo de las emociones vivas.
Es en los momentos de ocio, en el curso de las ocupaciones intelectuales o en los "dancings" -en donde las formas se adivinan bajo las finas telas-, cuando el cuerpo se enardece y se excita.

En el momento en que se debilitan las reglas de la moral, se puede ver que el deporte y la gimnasia, practicados al aire libre, disciplinan las necesidades del cuerpo, al mismo tiempo que desarrollan los sentimientos de solidaridad, uno de los instrumentos más eficaces de la moral moderna.
Fuente: Libro El amor entre nudistas (fragmento del prólogo). Ediciones Morata 1933. Autor: Luis Carlos Royer. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Teoría del naturismo

Elaborar una “teoría del naturismo” es complejo. Determinadas prácticas deberían explicarse por ellas mismas, sin necesidad de hacer acopio de grandes procesos conceptuales o de teorías bien trabadas. Tal vez, no lo niego, pueda haber alguna necesidad al comienzo (superar el pudor, distinguir la contemplación de un cuerpo desnudo de su cruda observación, aunar el nudismo dentro de una serie de valores naturistas mayores…), es decir, agarraderas para quien se inicia y debe luchar contra sus temores y prejuicios, sobre todo si es conducido por alguien a la vía y no llega a ella conscientemente, de la noche a la mañana, a modo de verdadero hallazgo.

Sin embargo, una vez se trata de algo ya asumido, puede existir una mayor o menor especulación, pero ésta resultará huera o, como mínimo, redundante, pues la acción es al mismo tiempo reflexión. Y, evidentemente, tampoco hay ninguna técnica transmitida, ni lecciones teóricas imprescindibles. Uno llega a la playa y se desnuda. Punto final. El resto de palabras, o de ideas, sobra.

Ante esta toma de partido, sí pueden aparecer las réplicas, las objeciones o las dudas del no naturista. O, con otros términos, su estupor, su rechazo o su envidia. Por necesidad, más tarde, habrá de surgir el diálogo y el intento de hacerse comprender, pues el naturismo aún no tengo claro si ha de ser proselitista o se ha de mantener en un lugar exquisito de iniciados, de gente verdaderamente ajena a la moral rectora. Y quizá sea éste el primero de los valores del naturismo de una hipotética lista. En nuestra cultura, manchada por la represión cristiana, estar desnudo es un logro, porque ha habido, previamente, un proceso de desconexión de moralinas, complejos y traumas de quienes, a través de la negación del cuerpo, quisieron negar al hombre. En el miedo a mostrarse desnudo, se halla la vergüenza del propio cuerpo, una sensación no siempre emanada de uno, sino interiorizada por el propio “pecado” de los otros, por su visión enfermiza. El cuerpo humano, para muchas personas, se habría convertido en algo risible por su nerviosismo ante la visión de aquello que, atendiendo a su mentalidad, debería haber permanecido oculto. Los adultos se ríen, tiernamente, de los órganos infantiles; los varones, patéticamente, sonríen ante cualquier mujer (desnuda o no…); las mujeres se carcajean de los genitales masculinos… Hay toda una gama de reacciones ante la visión de los órganos sexuales de los demás. Y esto ni es natural ni habría de ser normal (por supuesto, menos aún norma de conducta en la sociedad del siglo XXI, donde la despreocupación y la libertad se confunden con la desfachatez y el mal gusto). Ahora bien, los cuerpos nos resultan hermosos. Nos gusta contemplar la belleza de unas formas delicadas o viriles; a la vez, nos sentimos felices de que se comparta con nosotros un cuerpo ajeno a los cánones, es decir, un cuerpo gordo, feo, delgadísimo, anciano, mutilado… pues rezuman la plenitud de la existencia, son todos ellos la mostración concreta de la vida tal y como ésta es en verdad, sin aditamentos culturales. Es en este terreno donde se ha de indagar para acceder al meollo del naturismo. Habrá, es lógico, preferencias (el naturismo en exteriores o también en interiores) o diferentes modos de entender las relaciones con los más cercanos. Será, con todo, algo tangencial a la vía naturista propiamente dicha.
Además, debido a las peculiaridades climáticas de la Península Ibérica (y también al lugar desde donde escribo ahora, Ciudad de Valencia), es la playa el lugar más adecuado para comenzar este camino. No el único: una de las características de la vida naturista es estar desnudo donde sea. Qué duda cabe de que el clima influye también en el modo de vivir el naturismo, pues no se trata de llegar a ningún primitivismo literario (el de quien ve en el desnudo una cercanía mayor con el “buen salvaje” rousseauniano) o de considerar la desnudez el estado natural del hombre, sino de esgrimir un comportamiento inhabitual, adoptar sin fisuras una elección a la cual se llega partiendo de motivaciones varias.
No es improcedente distinguir entre el nudista y el naturista.
Un distingo imposible en la práctica real, aunque sí tomando como referencia la mayor o menor reflexión del individuo. Ser nudista es muy fácil: hay que quitarse el bañador y tumbarse. Al cabo de un par de horas, uno se lo vuelve a poner y se va. No hace falta suponer ningún grado de reflexión sobre la ecología, el vegetarianismo, la defensa de los animales, la igualdad de los géneros y de las opciones sexuales, el paganismo como vía religiosa… Nada de esto es necesario. Sin embargo, en este mundo de mensajes publicitarios (un argumento esgrimido por algunas asociaciones naturistas es el ahorro en bañadores, tangas o bikinis), de pudores ridículos, de abuso del cuerpo humano como mercancía, de hipertrofia genital masculina, a la persona que se queda desnuda con otras personas se le ha de reconocer el valor de transgredir las normas sociales imperantes. Normas estúpidas, qué duda cabe. Y la trasgresión siempre es el comienzo de la libertad. Así y todo, esa persona aún no será naturista; se hallará, eso sí, en el camino en cuyo trayecto pueda continuar preguntándose porques. Con su desnudez habrá conquistado un espacio para todos. Y sólo sin ropa se da uno cuenta de la ridiculez de los taparrabos en la playa o de su incomodidad a la hora de nadar. Se tratará, por tanto, de un conocimiento puesto en acción, de una verdad aprendida mediante la experiencia.
¿Qué experiencia? La de haberse quitado todas las prendas de vestir y no sólo seguir siendo uno mismo, sino ser más uno mismo todavía.
Determinadas personas relacionan la desnudez con la vulnerabilidad; bien al contrario, la desnudez es afirmación, e incluso afirmación categórica de la personalidad de uno. En las relaciones con los demás, está ausente el filtro de las ropas, las pinturas, los adornos y, así, se arrincona cualquier condicionamiento: hay otro ser humano junto a nosotros y bajo la ausencia de premisas nos relacionamos con él. Y, por supuesto, no está prohibido ver. Llegar a una playa nudista y meter la cabeza debajo de una toalla sería la misma actitud pacata que no ir: ni uno ha de exhibirse ni tampoco ha de intentar no ser visto; ahora bien, de ahí a esquivar los ojos o los cuerpos hay un trecho. Esta naturalidad falta, a menudo, como comportamiento usual. Uno se ha de poner donde quiera ponerse, no donde haya menos gente; uno ha de mirar hacia el lugar del mar que le apetezca, sin desviar la mirada si por casualidad surge un cuerpo del agua; uno ha de disponerse como le venga en gana, sin preocuparse de si queda estética la barriga o de si así cierro más las piernas. Observar estos principios es necesario, pues a ver si vamos a pensar que yendo a una playa naturista estamos liberándonos de todos los prejuicios cuando, bien distinto, estaríamos cambiándolos por otros diferentes.
De hecho, uno de los principales logros que se han de adquirir en el hecho de estar desnudo es no pensar que se está desnudo, porque ése será nuestro estado natural en esas horas. Y si uno está relajado no da importancia alguna a por qué lo está. Simplemente, lo goza. Se puede vivir lo habitual de la desnudez sin perder la atracción corporal de una sonrisa, un gesto con la mano, una postura o las formas canónicas de la belleza. Abundantes precedentes tenemos como para dejarnos guiar y no confundir el terror al cuerpo (la condena del naturismo) con el terror del cuerpo: esto sería considerar el naturismo como una especie de ascesis; en ella, la negación de la desnudez se constituiría en victoria –soy inmune a la desnudez de los demás, es decir, a los demás–, sí, pero en victoria pírrica.
Y a pesar de todo, me sigo preguntando si los naturistas hacemos proselitismo.
O lo contrario, es decir, si nuestras palabras no afianzan más la resolución de la mayoría de la gente en su no rotundo a desnudarse con otros seres humanos. A fin de cuentas, no voy a negar que el nudismo es minoritario; por esta misma razón habría en él algo de elitista: en nuestra actual cultura, como decía, supone una interiorización previa, un dar la espalda a cuanto se nos inculca, tanto desde las tribuna reaccionarias como de las aparentemente progresistas. No hacemos el juego a los unos ni a los otros. En pocas palabras, ni cilicio ni liberación cegata: el nudismo no acaba en sexo ni para mal ni para bien; no somos degenerados ni los más maravillosos de la Tierra; no lo hacemos para odiar ni para ser odiados. Lo hacemos o porque lo deseamos (nudismo) o porque es parte de un plan de vida más amplio (naturismo). De ahí su condición de “asunto aparte”. La etiqueta la colgará la sociedad en su conjunto, pero será posterior a la toma de conciencia, al hecho siempre afirmativo de querer ser uno mismo. Y éste no admitirá, jamás, casillas, clasificaciones o modas. En esta realidad, se incardina el sendero naturista para ser vivido como exploración solitaria y en comunidad, donde romper de una vez por todas la manipulación que se exige para ser admitido entre los idénticos: ese lugar de producción en cadena, previsible, donde estamos sometidos día tras día.
Fuente: http://www.generacionxxi.com/TEMAS/naturismo.htm Autor: Josep Carles Laínez


Pachamama tan lejos de dios

Desde la entrada en vigor del tratado del libre comercio entre Mexico, Estados Unidos y Canada, el campo mexicano ha sufrido terribles consecuencias, pero hay un elemento que simboliza esta devastación mejor que ningún otro: el agua.

El río Santiago, uno de los apéndices fluviales más importantes del país ha sufrido directamente las consecuencias de los tratados comerciales. A su vera, decenas de empresas de tecnología, en especial norteamericanas, arrojan sus desechos con total impunidad. Pocos kilómetros más adelante pueblos enteros se han visto afectados. La contaminación ha provocado graves consecuencias a su salud, llevando incluso a niños a la muerte. Se volvió imposible vivir del campo y de sus cosechas por lo que algunos de ellos terminaron trabajando en las mismas fábricas que provocaron la destrucción de su modo de vida.

No solo los ríos, también las costas se han visto afectadas por los acuerdos comerciales del país. El ejemplo de Cancún y sus playas atestadas de hoteles de lujo donde apenas hay acceso para los propios mexicanos comienza a extenderse por Mexico. La creación de un proyecto en Cabo Pulmo, al norte de país traería consecuencias devastadoras para la flora y la fauna marina, pero la reacción popular y de diversas organizaciones consiguió detener el proyecto.

Ahora las pequeñas comunidades campesinas deben organizarse de manera casi autónoma retomando sus saberes ancestrales respecto al agua para conseguir autoabastecerse y alejarse de un circuito comercial donde los más humildes se convierten en completos desposeídos.



martes, 26 de noviembre de 2013

El Aspartamo de Monsanto," un dulce de muerte"

El consumo habitual de edulcorantes (endulzantes artificiales no calóricos) como el aspartamo, implican un grave riesgo para la salud, según los expertos. Detrás de muchos de estos dañinos productos está Monsanto, quien los comercializa. 

Para evitar los efectos negativos que el consumo regular de azúcar puede tener para la salud, o bien para ayudar a seguir una dieta hipocalórica en aquellas personas que quieren bajar de peso, a menudo dietistas y profesionales de la medicina aconsejan utilizar endulzantes artificiales, que contienen principalmente aspartamo. 

Sin embargo, de acuerdo con cada vez más expertos, los riesgos de consumir estas sustancias artificiales pueden ser elevados, en algunos casos demasiado peligrosos. 

Los peligros del aspartamo 

El aspartamo es un endulzante artificial creado a partir del ácido aspártico. Cuando la temperatura de este endulzante excede los 30 grados centígrados, el metanol que contiene se convierte ácido fórmico, veneno que se usa para matar hormigas y que causa acidosis metabólica. El aspartamo es además especialmente peligroso en pacientes diabéticos, pues este ingrediente eleva los niveles de azúcar de la sangre hasta situarlos fuera de control. 

Según Erik Millstone, profesor de la Unidad de Investigación sobre Políticas Científicas de la Universidad de Sussex, Gran Bretaña, existe una serie de informes que se vienen elaborando desde la década de 1980 que relacionan al aspartamo con más de 90 reacciones adversas en consumidores sensibles. 

Entre dichas reacciones se incluyen dolores de cabeza, visión nublada, pérdida de sensibilidad y de oído, dolores musculares, ataques de tipo epiléptico, entumecimiento de las extremidades, síntomas parecidos a la esclerosis múltiple y al lupus, excitabilidad, disfunción hepática, pérdida de la memoria, conducta agresiva, convulsiones, daños visuales y degeneración neurológica mayor, cáncer cerebral o alzhéimer. 

¿Por qué sigue siendo legal? 

A mediados de la década de 1970 el laboratorio Searle descubrió por casualidad el aspartamo y trato de comercializarlo como endulzante. Searle no consiguió su aprobación por parte de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (la FDA, por sus siglas en inglés) estadounidense debido a que algunos informes señalaron que "el aspartamo puede producir tumores cerebrales", lo cual fue confirmado en 1981 por un equipo de investigación de la agencia integrado por tres científicos independientes. 

Más aún, pruebas realizadas en ratas mostraban que los cerebros de aquellas a las que se les suministraba aspartamo quedaban perforados en varios puntos, dejándolo literalmente como un colador. Pero en 1985 Monsanto compró la firma Searle, que pasó a ser su subsidiaria como Searle-Monsanto y poco después la licencia para vender fue concedida a la multinacional, que empezó a comercializar edulcorantes libremente en el mundo. 

El aspartamo, no solo se usa para sustituir el azúcar sino que está presente asimismo en bebidas gaseosas 'light', gomas de mascar, alimentos secos y en muchos de los productos que se venden como "sin azúcar", por lo que hay un gran interés entre algunos de los gigantes de la alimentación para que este tipo de productos, a pesar de ser perjudiciales, se sigan consumiendo.

Canadá aprueba la producción de salmón transgénico a gran escala

Canadá ha aprobado la producción a gran escala de huevos de salmón híbrido, convirtiéndose en el primer animal modificado genéticamente en el mundo que ha logrado llegar tan cerca de los supermercados y de las mesas de los consumidores.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/112421-canada-aprueba-salmon-transgenico-comercial


Una nefasta noticia,teniendo en cuenta que cada vez lo transgénico gana terreno sobre lo natural,y que puede generar mas de un desastre ambiental.Nuevamente con la excusa de generar alimentos para la población,nos quieren colar los transgénicos por la puerta de atras,invitamos desde Estado natural del ser a que la gente se informe sobre lo que estamos consumiendo y sepa decidir sobre lo que quiere en su mesa.

lunes, 18 de noviembre de 2013

El cuerpo y el mar,nudismo y naturaleza

Una de las razones por las que hacemos nudismo en la playas, aparte del hecho de disponer de una superficie más o menos uniforme donde tumbarnos y relajarnos al mismo tiempo que nos tostamos al sol, es el placer de bañarse en el mar (o en un río). Se podría decir que es la razón principal de que a los humanos nos guste tanto la playa, y no hay muchos casos de animales que vayan a zonas saladas a remojarse.

Si resulta placentero bañarse en el mar en un día de calor, con el bañador puesto, el hecho de hacerlo desnudo aporta un plus a esa sensación, y ayuda a que esa droga llamada nudismo entre en nuestro cuerpo y no desee salir nunca. Además, al estar completamente desnudos se crea una armonía (algunos seguro que lo habéis notado, sobre todo la primera vez) en la que mente, cuerpo y agua se mezclan y de repente todos los pensamientos desaparecen, dejando paso a una sensación de paz inmensa como en pocas ocasiones puede experimentarse.


Puedes comprobar que esta conexión, al compartirse con otros, refuerza lazos y aporta recuerdos positivos a una relación. Si puedes hacer nudismo con tu pareja o con un grupo de amigos, comprobarás como después de eso te encuentras más cercano a ellos, porque vuestra cabeza está asociando la sensación del amor y/o la amistad con la sensación placentera de estar en contacto totalmente directo con la naturaleza.

Esta sería una muestra más de la conexión que tiene el nudismo con la naturaleza. Al despojarnos de todas las ataduras culturales (ropa) conectamos directamente con nuestro yo primario, ese que no piensa en trabajar, en los problemas familiares o económicos, o en si nuestro equipo va a perder o ganar. Volvemos al estado animal en el que se disfruta plenamente de la naturaleza, y esa es precisamente la maquinaria que hace que el nudismo sea algo que cale tan fuerte en todo el que lo prueba.

El tabú del nudismo

Para los que no tienen la suerte de crecer en un entorno en el que el cuerpo desnudo se considera algo normal y natural, el nudismo es algo que se suele llevar dentro, creciendo en soledad, y considerándolo muchas veces como algo "sucio" (al fin y al cabo, si no fuera "sucio", ¿por qué todo el mundo lo esquiva excepto cuando se habla de erotismo?, es lo que puede pensar cualquiera).

Por eso, las primeras veces que una persona experimenta el nudismo se trata de una experiencia solitaria, aunque intensa y estimulante a partes iguales. La razón más probable y más común es también la más obvia: "no conozco a nadie cercano que haya hecho nudismo o lo practique habitualmente, y si lo planteo seguramente empiecen a mirarme raro, o algo peor". Esto puede resultar parcialmente cierto, pero mi experiencia al tratar toda clase de temas con otras personas me dice que en realidad todos somos más tolerantes de lo que aparentamos. Hemos construido un muro (unos más grande, otros más pequeño) con el que evitamos hablar de temas que consideramos íntimos, pero que gustosamente compartiríamos con los demás si tuviésemos más confianza.


El nudismo es casi el tema tabú por excelencia, y es algo realmente triste. Tengo la convicción de que a la mayoría de la gente le da igual ver a una persona desnuda (es más, en gimnasios es algo habitual y nadie pone el grito en el cielo), pero la "presión social" fuerza a nuestra mente a considerar chocante ver a otro ser humano desnudo. Si eliminas esa idea de la cabeza, no sólo ocurre que se deje de ver como algo "sucio"... ¡sino que se convierte en algo natural!, la gente se acepta tal como es (no mezclemos atractivo con aceptación de los demás, que eso da para escribir un libro entero de psicología) y cada uno puede disfrutar de su cuerpo respetando a los demás y a sí mismo al unísono.

Una vez que se elimina ese tabú, las personas se sienten más cercanas porque la barrera del cuerpo desaparece y queda sólo la mental, que es la que nos define y la única que debería tenerse en cuenta.

No pretendo vender el nudismo como un mantra New Age que soluciona todos los problemas del mundo, porque no lo es (ni de lejos). Pero sí que representa la eliminación de una barrera absurda que nos hemos creado porque no nos sentimos del todo a gusto con nosotros mismos y los demás, que puede ser derribada fácilmente con sólo quitarte el bañador la próxima vez que disfrutes de la naturaleza. Y si en tu círculo de amistades introduces el nudismo como algo trivial, te llevarás la grata sorpresa de que hay más gente interesada en pasar el día sin ropa de la que te imaginas.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Secretos del Yasuní, extrahección ,por Carlos andres Vera

Eduardo Gudynas es Uruguayo. Secretario Ejecutivo del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES). Especialista en Desarrollo, Economía y Ecología. MSc en Ecología Social, Multiversidad Franciscana de América Latina (Montevideo) y Pontificia Facultad San Buenaventura de Roma, con una tesis sobre el movimiento ambientalistas en América Latina.

Su área de trabajo apunta a las estrategias en desarrollo sostenible en América Latina, con especial énfasis en la conservación de la Naturaleza, la situación de las áreas rurales, y los límites y posibilidades que ofrecen la integración regional y la globalización para alcanzar la sustentabilidad.

En 2008, colaboró en la creación de la nueva constitución del Ecuador trabajando de cerca con ex miembros de Alianza País como Mónica Chuji y Alberto Acosta. Hoy, sostiene una postura muy crítica respecto al giro extractivo que está tomando el gobierno ecuatoriano evidenciado en la ampliación de la frontera petrolera en el Yasuní.



Nada por aquí,nada por allá (España)

Imagínate sobre tu toalla, ninguna prenda apretando tu piel, en contacto total con todo lo que te rodea. Oyes a tu alrededor el murmullo del agua y pensar en su contacto con tu piel hace que un escalofrío de placer recorra tu cuerpo. Levantas la vista y observas con alegría como cualquier cuerpo, vivido en su plenitud, es bello
.

Ahora vuelve a imaginarte la misma situación sólo que con un “pequeño” cambio: llevas bañador, lo que equivale a que a veces te aprieta, si está húmedo es muy incómodo y cuidando que no se vea nada “indebido” fuera de él. En resumen, un engorro.
Cuando hablamos de nudismo suelen surgir muchos miedos, desde que es antihigiénico andar desnudo hasta que lo que se busca es provocar. Pero parémonos a pensar un momento: hablando de higiene, ¿no será más antihigiénico (e incómodo) andar con una prenda mojada? Es más, por regla general, en zonas naturistas se suele usar toallas o telas para sentarse en sitios compartidos, tanto por salud propia como por ajena.
Por otro lado, encontramos el argumento de que las personas que realizan nudismo lo hacen para exhibirse y provocar. Si alguien se quiere exhibir, lo puede hacer de muchas maneras; desnudarse es una de ellas, pero ni mucho menos la única. Y por supuesto que habrá mucha gente que lo haga por ese motivo; al igual que habrá muchísima gente que lo haga porque está más a gusto así, en contacto con su propio cuerpo sin telas de por medio.

Y así llegamos a la razón que más incondicionales suele tener: la gente que hace nudismo es porque quiere provocar. Eludir la responsabilidad es una costumbre que da lugar a muchos errores. Un cuerpo desnudo, por sí solo, no provoca. Tiene que haber, necesariamente, unos ojos que miren y que reaccionen a esa escena. Y cuando hablamos de provocar, algunas personas se creen con el derecho de opinar sobre ello. Si partimos de la base de la responsabilidad, de la que hablamos antes, esto último pierde sentido. Por ejemplo, imagínate que a mí me gustan los helados. Y con este calor, me gustan aún más. Y, andando por la calle, veo a alguien con un helado gigante de tres sabores. Si actúo como decíamos antes, tengo derecho a:
- Quitárselo o darle un lametón, porque es culpa SUYA que a mí me guste el helado.
- Pegarle cuatro gritos y decirle que se vaya inmediatamente de mi vista, que a mí me provoca su helado.
Curiosa escena, ¿verdad?
Y lo que más curioso me resulta es la idea de que practicar nudismo atenta directamente contra nuestra autoestima. Por un lado, algunos hombres temen entrar en comparación genital con otros y salir malparados; y las mujeres temen no tener el cuerpo correcto para mostrar. Pero el mayor problema que hay en estas ideas es que el foco de atención es totalmente externo. Si movemos dicho foco desde lo que pensarán los demás a cómo me siento yo, apostaría todo mi reino sin temor a perderlo a que todo el mundo sería nudista.
Pero si aún así quieres mantener el foco fuera, te darás cuenta que sus cristales están totalmente distorsionados por nuestra cultura: tanto hombres como mujeres, al entrar en terrenos libres de textiles, observan cómo aquello que pensaban que iba a desentonar es uno más de tantos; de hecho, lo que es menos habitual es la imagen corporal que vemos en los medios. Así pues, todas esas dudas se disipan y la autoestima es más probable que aumente. Ya lo dice Paul Fussell: “un corto tiempo en playas naturistas persuadirá a la mayoría de las mujeres de que su busto y su cadera no son ‘anormales’ como ellas piensan cuando están solas, espantadas por el espejo, sino totalmente naturales. Las anormales pasan a ser las criaturas inexistentes representadas en la pintura y la escultura. Lo mismo ocurre con el hombre: si piensa que la naturaleza ha sido injusta con usted en el reparto de anatomía sexual, pase algún tiempo entre naturistas. Aprenderá que todos los hombres se ven más o menos igual, y que los ‘atributos heroicos’ son deformidades”.
Y, por supuesto, uno de los mayores temores masculinos es que se produzca una erección. Es curioso como en una sociedad hipersexualizada se castiga cualquier manifestación corporal. La erección del pene es natural, así como la erección de los pezones. Si se produce, la opción es vivirla como lo que es, algo natural, no hay que hacer nada con ella, no hay que manejarla. Vívela sin más.
Lo que está claro es que el nudismo, ante todo, provoca una liberación mental y corporal. Te ayuda a entrar en contacto contigo, a aceptarte tal y como eres. Es más, en zonas nudistas desaparecen las exigencias del canon de belleza, todos los cuerpos son bellos porque son libres. Dan igual los tamaños, los pesos y las edades: todos los cuerpos encuentran la belleza que da la libertad. La ropa no hace más que deformar lo que es natural. La satisfacción de no tener que tapar lo que es tuyo es placer en estado puro.
Y ya lo decía RuPaul: Nacemos desnudos, el resto es travestismo.
El nudismo no sólo se puede practicar en playas, sino también en pueblos como El Fonoll, en campings, hoteles y albergues, en actividades al aire libre o en tu casa. Puedes informarte también en la web de la Federación Española de Naturismo. Libérate de las telas y, si aún sigues teniendo dudas, lee estas205 razones para practicar el nudismo. Me despido con algunas de ellas:
La represión de la desnudez saludable, especialmente para las mujeres, ha sido uno de los medios principales de control de pensamiento y decisión de la patriarquía. Rompiendo este modelo, se quebrantan las ataduras invisibles del rol sexual heredado.
Las limitaciones en la desnudez femenina, la aceptación de la pornografía y los exigentes requerimientos de la moda pueden separadamente verse como cuestiones menores, pero tomadas en conjunto forman un patrón de represión machista.
Marilyn Frye explica: “Considere la jaula de un pájaro. Si usted mira muy de cerca, tanto como para ver un solo alambre, no podrá ver lo demás. Si su concepción de lo que está delante suyo es determinada por este enfoque miope, usted podrá ver hacia arriba y hacia abajo del alambre y determinar su longitud. No podrá entender porqué el pájaro no vuela en torno a esta cuando quiera para ir donde quiera. No existe ninguna propiedad física del alambre, nada que un escrutinio minucioso pueda revelar porqué el pájaro no va donde quiere, no hay nada que lo inhiba o lo perjudique, a no ser de una manera muy accidental. Solamente cuando usted retrocede y se detiene a mirar los alambres uno por uno microscópicamente y toma una imagen microscópica de la jaula en su totalidad, podrá entender porqué el pájaro no va donde quiera. Lo verá rápidamente, no requerirá grandes sutilezas, ni engorrosos razonamientos. Es perfectamente obvio que el pájaro está rodeado por una red de barreras sistemáticamente relacionadas, ninguna de las cuales podría obstaculizar su vuelo, pero las que, debido a sus relaciones, son tan limitantes como las sólidas paredes de un calabozo.”
El vestirnos compulsivamente crea inseguridades sobre nuestro cuerpo. Estudios realizados muestran que el naturismo, por otro lado, promueve una positiva autoestima en lo corporal.
Estos efectos son especialmente significativos en las mujeres. Estudios realizados por Daniel De-Goede en 1984 confirman investigaciones hechas 16 años antes, las que establecieron que “de todos los grupos evaluados (nudistas masculinos, no nudistas masculinos, nudistas femeninas, y no nudistas femeninas), las nudistas femeninas obtuvieron la puntuación más alto en autoestima corporal, y las no nudistas femeninas el más bajo.”
El nudismo promueve el concepto del cuerpo como un todo, en vez de separar partes del cuerpo como indeseables y vergonzosas.
El nudista, literalmente, no tiene nada que ocultar. Por lo tanto tiene menos estrés. La investigación científica corrobora esta afirmación.
En las palabras de Paul Ableman: “Sacarse la ropa simboliza desprenderse de la civilización y su custodia. El nudista se despoja no solo de sus vestiduras, sino también de la formalidad y la apariencia, del ‘ceremonial’ y todas las limitaciones de la ‘etiqueta’… Por lo tanto el nudista se aparta simbólicamente de una gran carga de responsabilidad. Al sacarse la ropa, se desprende de los opresivos hechos del día. A partir de aquí, no lucha en favor de ‘causas’, no se opone a estas o a las ‘tendencias’, resumiendo: un ciudadano. El es, una vez más… un ser libre.”
La vestimenta oculta la natural diversidad de tamaños y formas del cuerpo humano.
Una persona que nunca observó desnudos, crece con malentendidos y expectativas fantasiosas a cerca del cuerpo, basadas en prejuicios y fuentes mal informadas. Por ejemplo, los medios de difusión.
Como resultado de esto, el aumento mamario ha sido por mucho tiempo en EEUU la cirugía estética más practicada. En los 80 las mujeres americanas tuvieron más de 100.000 operaciones por año para alterar sus pechos. Helen Gurley Brown, editor del Cosmopolitan, dice, “Yo creo que el 80% de las mujeres de este país no tienen ni idea de cómo se ven los pechos de las demás mujeres. Ellas tienen una imagen idealizada de cómo son los senos de el resto de las personas… Por Dios, ¿No es ridículo ser una mujer emancipada y no conocer realmente como luce el cuerpo de una mujer, excepto el propio?
Negándose a aceptar la necesidad de “protegerse” a sí misma de los hombres cubriendo su cuerpo, la mujer gana poder y desplaza la carga de responsabilidad de la conducta hacia el hombre, donde debería realmente estar.
Reena Glazer hace notar que “El poder de los hombres se perpetua al considerar a las mujeres como objetos en los que actúa y a los que reacciona, el vez de actores en sí mismas… Todo su mérito se deriva de la reacción que pueda inducir en el hombre. Para mantener el sistema patriarcal, el hombre debe determinar como y cuando está permitido que se produzca su excitación. Así, el mito de los senos femeninos, del hombre heterosexual, ha sido codificado en la ley. Debido a que las mujeres son objetos sexuales y propiedad de los hombres, se concluye que lo que excite al hombre puede exhibirse solamente donde y cuando el hombre desee ser excitado.”
Este énfasis en calificar a las mujeres de tentadoras “desplaza el peso de la responsabilidad del hombre hacia la mujer: Debido a que la mujer provoca impulsos incontrolables en los hombres, la sociedad excusa el comportamiento del hombre y culpa a la víctima de lo que haya sucedido… La sanción del concepto de que el hombre tiene impulsos incontrolables implica que la violencia sobre la mujer es inevitable.”

 Pikara online magazine. Agosto 2011. Autora: Mónica Quesada Juan